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52. ¿Quién Bautiza?

"Solo aquellos que han aprendido el poder de la contribución sincera y desinteresada experimentan la alegría más profunda de la vida; la verdadera realización"

--- Tony Robbins (Orador, entrenador y filántropo; 1960 - Presente)

La manera en que las personas se bautizan en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ya se ha discutido en este blog. Pero dentro de la Iglesia, ¿quién es el que bautiza? En mi experiencia, la persona que se bautiza debe tener la posibilidad de elegir siempre que sea posible. Puede ser un misionero, pero no tiene por qué serlo.

 

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LO QUE MÁS IMPORTA

La Familia Lastra con Élder Lopez y yo antes del bautismo

Puede que no lo pienses al principio, pero en un mundo de diversas creencias religiosas, la cuestión de "quién bautiza" es crítica. Esto es esencialmente una continuación de la publicación "Bautismo por inmersión". Para comprender la importancia del bautismo por inmersión en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, debe comprender que la autoridad para bautizar, el sacerdocio, se perdió en la Apostasía y se restauró y se encuentra solo en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (Ver "Apostasía y Restauración" y "El Retorno del Rey: Parte 4.2" para aprender de las llaves del sacerdocio). El sacerdocio es lo que hace que el bautismo sea una ordenanza sagrada y no solo un evento relacionado con el agua. El bautismo es un mandamiento de Dios, y esencial para la salvación. Somos bautizados para la remisión de nuestros pecados.


Los misioneros no tienen que ser los que bauticen, pero la persona que lo haga debe ser un presbítero o poseedor del sacerdocio de Melchezidek activo y digno (Ver "La organización de la Iglesia"). Pero más allá de eso, no importa demasiado quién bautiza.


Sin embargo, debe tenerse en cuenta que realizar o recibir algunas ordenanzas y bendiciones requiere la aprobación de un líder presidente que posea las llaves del sacerdocio necesarias. Para los niños de 8 años y para los miembros registrados de 9 años o más cuyo bautismo se retrasó debido a discapacidades intelectuales, el obispo posee las llaves del sacerdocio necesarias para su barrio. En cuanto a los conversos a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, el presidente de la misión posee las llaves del sacerdocio necesarias para bautismos y confirmaciones. [1]


Debe ser el bautismo y no él quien realiza el bautismo lo que debe ser el enfoque de la ordenanza sagrada. A la mayoría de los misioneros les encanta ser los que bautizan, pero personalmente creo que esa no debería ser la motivación principal para bautizar. Los misioneros deben estar emocionados de ayudar a otros a venir a Cristo y no convertirse en los destinatarios de la "gloria", por así decirlo. Siempre habrá oportunidades para bautizar después de la misión. El Hermano Clark, del CCM (Ver "Bienvenidos al CCM" y "Aventuras del Distrito D: Parte 2"), nos dijo que él y su compañero siempre tenían a alguien del barrio que bautizara a los que enseñaban. Nunca se mojó. Hay sabiduría en esto porque, aunque los misioneros no se quedan, la rama local y los miembros del barrio sí lo hacen. Cuantos más momentos compartan juntos un miembro local y un converso, especialmente algo tan importante como un bautismo o una lección, mejor. El misionero tiene abundantes experiencias y recuerdos para sí mismo, pero creo que es correcto compartir algunas de esas experiencias y recuerdos a los miembros locales también. Cuanto más se involucran los miembros locales en la obra misional, lo mejor será. Generalmente es cuando los miembros de la iglesia local se involucran cuando la obra misional despega. Cada miembro es un misionero. (Ver "Compartir el Evangelio")


Los misioneros tienen la bendición de participar en la salvación de los hijos de Dios. Una cosa no debe olvidarse: la obra y la gloria son ante todo de Dios. Él tiene todo el poder y definitivamente podría hacer todo él mismo, hasta donde yo creo, pero nos ama lo suficiente como para probar lo que hace. La obra misional, en un sentido limitado, es trabajar, enseñar y bautizar, pero en un sentido más holístico, la obra misional es servir y amar a los demás de cualquier manera. No se requiere etiqueta de identificación para eso.

 


 
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