91. El Feliz CumpleaƱos Final
- L Rshaw
- Jul 10, 2021
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Era mi vigĆ©simo cumpleaƱos, el segundo y mi Ćŗltimo mientras era misionero de tiempo completo el 25 de septiembre de 2015. Me sentĆa viejo. Me miraba al espejo todos los dĆas y podĆa ver un cambio progresivo. La canĆcula nos habĆa pegado a todos, bronceĆ”ndonos, lo que se notaba en las marcas alrededor de nuestros cuellos y brazos. Me enfrentĆ© a un retrato mĆ”s delgado en el espejo y ojos cansados. No tenĆa mala salud, al contrario, me sentĆa fuerte y sabio, pero viejo. No sĆ© cĆ³mo algunos Ćlderes engordaron en la misiĆ³n; Yo tenĆa teorĆas opuestas sobre por quĆ©. AdelgacĆ© simplemente caminando y sudando en el sol. Me preguntĆ© si los Ćlderes que engordaban estaban aflojando o simplemente estaban trabajando mĆ”s inteligentemente que nosotros.

El Ćlder Brogan y el Ćlder Urias notificaron a todos que se acercaba mi cumpleaƱos. Me tocĆ³ un viernes. J. y T. me invitaron a celebrar con ellas. PensĆ© que una Chamoyada era el mejor regalo que podrĆa pedir, ya que nunca pido nada. El Ćlder Ortega vino con nosotros durante el dĆa en intercambios y estaba dispuesto a compartir el botĆn de mi cumpleaƱos. J. y T. me sorprendieron al hacer algo mejor que una chamoyada y me hicieron una āpiƱa locaā. Las vendĆan en su menĆŗ pero no sĆ© cuĆ”ntas vendieron porque costaban mĆ”s; Nunca pensĆ© en preguntar sobre eso. Tomaron una piƱa, la ahuecaron y la llenaron de gomitas y mango, lo echaron el jarabe dulce de chamoy y la cubrieron con la piƱa como se ve en los cĆ³cteles. Ā”Fue increĆble! Pusieron un palillo en Ć©l y lo encendieron para formar una vela de madera improvisada. Era tan diferente del tradicional pastel de cumpleaƱos al que estaba acostumbrado. Lo hizo aĆŗn mĆ”s memorable. Siendo el buen tipo que soy, compartĆ mi botĆn con los otros misioneros, pero ellos insistieron en que me quedara la mayor parte. Ā”QuĆ© maravilla tropical!

Ese domingo fuimos a la casa de Obispo Flores como siempre. Yo no esperaba nada porque ya habĆa pasado mi cumpleaƱos pero me sorprendieron con un pastel de todos modos. Me conmoviĆ³ su amabilidad. Le pusieron una vela del nĆŗmero "5" porque no tenĆan un "20". DespuĆ©s de que hice mi deseo y lo apaguĆ©, continuaron a encenderlo tres veces mĆ”s hasta que tuve el efecto completo de ā20ā.
Cantaron Feliz cumpleaƱos en inglĆ©s y anticipĆ© que me aplastarĆan la cara con el pastel, como era tradiciĆ³n en MĆ©xico, pero el Ćlder Brogan (nuestro lĆder de distrito) nos dijo que el Presidente Morales habĆa hecho una nueva regla que lo prohibĆa. Aparentemente, habĆa demasiado riesgo involucrado en estrellarse la cabeza. De todos modos, corearon, "Mordida", y fui para tomar un rĆ”pido mordisco de la esquina antes de que pudieran engaƱarme ya que bajaba mi guardia. Ā”Me sorprendiĆ³ que nadie me pegĆ³ en la cara! Ā”La regla era real! El Ćlder Brogan comenzĆ³ a cortar el pastel con una espĆ”tula, le quitĆ³ un poco de la crema y procediĆ³ a aplicĆ”rmelo en la cara. No me resistĆ. Fue un compromiso inteligente. Toda la satisfacciĆ³n desordenada sin el riesgo o la desobediencia. SentĆ que estaba celebrando con mi familia. Me habĆa aclimatado a MĆ©xico. Me parecĆa mexicano. Me sentĆ mexicano.