"Solo hay una religión, aunque hay cien versiones de ella"
--- George Bernard Shaw (Dramaturgo Irlandés y Activista Político; 1856 -1950)
***Nota: Se puede ver el video abajo en YouTube con subtítulos de "Auto-translate" en español. POR FAVOR, VÉALO! Es uno de los mejores discursos que jamás se ha dado sobre religión.
La discusión religiosa no es particularmente popular para la mayoría de las personas en estos días. En sociedades de creciente irreligión, la discusión religiosa se desvía fácilmente de sus valores morales rectos y verdades eternas hacia argumentos de filosofía contradictoria y relativismo. Donde antes la religión era ampliamente reconocida, lo que significa ser religioso se comprende cada vez menos. En muchos casos, la religión está mal vista por completo. Con tal diversidad en el mundo, ha habido un cambio de alabar a la comunidad a alabar el individualismo y la religión se encuentra en el fuego cruzado. Para entender la religión y creer en verdades eternas una vez más, entendamos primero nuestra relación con Dios y nuestro propósito común en la vida como compañeros de viaje hacia la tumba y más allá.
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QUÉ CONSTITUYE "RELIGIÓN"?
La palabra "religión" tiene diferentes significados para diferentes personas. “Religión” proviene de la palabra latina “religare”, que significa “atar” o más literalmente “volver a atar”; la palabra "ligadura" proviene de la misma palabra. En misma manera, "religión" significa, "lo que nos une o nos mantiene unidos" o une lo que estaba dividido. Mientras el mundo está tan concentrado en alabar la individualidad, incluso hasta el punto de alentar la rebelión o la adoración a uno mismo, la religión es un testimonio de lo que alaba la unidad. Aunque la individualidad es algo que a menudo se busca, no vivimos aislados como individuos: ¡vivimos en familias y comunidades! La religión no es algo malo como el mundo intenta pintarlo; denota un esfuerzo por mantener unido el tejido moral de una comunidad y velar por el bienestar del alma del hombre. Para mí, le da sentido a la vida más allá de mi propia existencia. Es ser consciente de algo más grande que la mortalidad. ¡Necesitamos la religión! Debe verse como algo positivo en lugar de algo negativo, innecesario o un tema de discusión tabú. Es más que un consuelo psicológico; es una conexión real con el cielo y la verdad.
RELIGIÓN ORGANIZADA: IGLESIAS
¿Cristo organizó una iglesia? Sí, lo hizo. ¿Por qué tanta confusión y tanto desacuerdo? Porque muchos cristianos creen que nosotros, la gente, somos la iglesia, lo cual es parcialmente cierto. No creen en la religión organizada. Creen que la religión organizada es una invención hecha por el hombre. O tal vez no creen que los edificios que comúnmente se llaman "iglesias" son necesarias. Hay que aclarar qué queremos decir al decir "iglesia".
¿Qué queremos decir cuando decimos "iglesia"? Creemos que la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es el reino de Dios en la tierra como mencioné en mi introducción, completo con el poder y la autoridad del sacerdocio, leyes (mandamientos) y jueces espirituales (profetas, apóstoles, etc.). Creemos que la iglesia es más que una reunión o un lugar para hablar, aprender y cantar, aunque hacemos todas esas cosas. Creemos que Jesucristo organizó una iglesia, una organización que él mismo dirige, durante Su ministerio que incluyó llamar a los apóstoles al ministerio y les dio el sacerdocio para realizar ordenanzas esenciales como el bautismo (Mateo 10:1; 28:19-20; Efesios 4:4-6). El libro de Efesios 4 versículo 5 deja en claro que solo hay una fe, un Señor y un bautismo. En cuanto a esta organización, este gobierno, sí hay una forma correcta en hacer las cosas, y nadie puede cambiarlos.
El Nuevo Testamento y el Libro de Mormón: Otro Testamento de Jesucristo están llenos de referencias a esta “iglesia” como las más famosas, Mateo 16:18 donde Cristo dice “sobre esta roca edificaré mi iglesia”, Hechos 2:47 donde “el Señor añadió a la iglesia todos los días, los que deben ser salvos ”, o Hechos 8:1 donde Saulo persigue a la iglesia, y más de ciento veinte referencias de la palabra“ iglesia ”en el Nuevo Testamento y casi trescientas referencias en el Libro de Mormón: Otro Testamento de Jesucristo.
A veces, "iglesia" tiene más de un significado. No sería la única palabra que tiene más de un significado en un idioma. Podría estar hablando de la iglesia misma: el reino (Mateo 16:18), o podría estar refiriéndose a aquellas personas que pertenecen a la iglesia, o en otras palabras, los miembros de la iglesia (Hechos 11:26). A veces, las escrituras se refieren a la iglesia como "el cuerpo de Cristo", lo que nuevamente se refiere al pueblo (1 Cor. 12:27). Y aquí vemos la confusión innecesaria de que quizás no hay una iglesia organizada, solo creyentes. Personalmente, no veo ningún conflicto en aceptar “iglesia” como una forma de referirme tanto al reino de Dios como a las personas que pertenecen a él. De cualquier manera, las escrituras dejan en claro que había una iglesia que, de nuevo refiriéndose al previo párrafo, Cristo organizó, añadió a diario los que debían ser salvos (Hechos 2:47; 16:5), y cuál iglesia fue perseguida (Hechos 8:1,3). Por tanto, la iglesia no es una invención del siglo XIX. Es lo mismo hoy que fue al principio en el tiempo de Jesucristo.
La palabra "iglesia" no se usó en el Antiguo Testamento. En cambio, encontramos muchas menciones de palabras como “congregación” (Éxodo 16:22; Levítico 4:15; Núm. 3:7; Josué 8:35; Sal. 89:5; Hechos 13:43). La palabra "Eclesiastés" es una traducción griega del hebreo Koheleth, una palabra que significa "el que convoca una asamblea"; a veces traducido como "Predicador". Entonces, ¿no había iglesia en el Antiguo Testamento solo porque la palabra no aparece? No. Es una traducción. Por ejemplo, el hecho de que las escrituras no mencionen "cerdos hormigueros" no significa que los cerdos hormigueros no existan. Si la iglesia es el reino de Dios, entonces la iglesia tiene derecho al pueblo de Dios, o aquellos que confían en Él como lo fueron los Hijos de Israel y muchos otros del Antiguo Testamento. ¿Tenían estas personas poder y autoridad del sacerdocio, leyes y jueces espirituales? ¡Sí lo hicieron [1]!
GENTE DEL CONVENIO
"Religión" significa "atar de nuevo", pero ¿cómo nos atamos a Dios? Hacemos convenios con él. Un convenio es un acuerdo de dos vías, específicamente, una promesa con Dios. Él establece las condiciones y promete bendecirnos si somos obedientes. La forma en que se hacen los convenios es mediante ordenanzas. Las ordenanzas, como las conocemos hoy, son actos formales y sagrados administrados por la autoridad del sacerdocio; ordenanzas explican el cómo y los convenios explican el por qué. La primera ordenanza es el bautismo por inmersión y la segunda se llama la "Confirmación", lo que significa que usted recibe el don del Espíritu Santo y es "confirmado" como miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. (Vea "Una Voz Apacible y Delicada")
Cada semana renovamos nuestros convenios bautismales por medio de la ordenanza de la Santa Cena (Vea "El Día de Reposo"). En los templos, hacemos convenios adicionales (Vea "Templos: Lugares Santos"). Hacer y guardar convenios es esencial para “ser perfeccionados en Cristo” (Efesios 4:12; Moroni 10:32) y nuestra salvación además de desarrollar atributos como Cristo (Vea "Más Que Bueno"). Sin convenios y ordenanzas, no podemos recibir la vida eterna (Vea "La Vida Eternal"). Nuevamente, por eso creemos en la importancia de "obras", no solamente fe o aprendizaje.
Pregunta de reflexión: El bautismo es nuestro primer convenio en el que prometemos a seguir el ejemplo de Cristo. Si ya ha sido bautizado, ¿Qué influenica ha tenido este convenio en tu vida? Si no te has bautizado y tienes el deseo de seguir a Cristo, continúe y pida más información a los misioneros o a un miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Puedes pensar en obras como el hecho de hacer lo que Dios quiere que hagamos. La fe es un buen precursor y motivador, pero es insuficiente si no vivimos en consecuencia. Santiago dice: “La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo” (Santiago 1:27). ¿Qué podemos aprender de esto? La religión es más que una creencia o lo que profesamos. Incluye lo que hacemos, cómo tratamos a los demás y mantenernos "sin mancha del mundo". En otras palabras, el cristianismo es fe más obras que nos llevan a ser lo que Cristo quiere que seamos.
EL CRISTIANÍSMO
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es una iglesia cristiana. Todo lo que aprendemos, enseñamos y hacemos se centra en Jesucristo. Creemos en el mismo Jesucristo de quien fue profetizado en el Antiguo Testamento, el Mesías prometido y Aquel que nació, vivió, murió y resucitó en el Nuevo Testamento. Creemos que Él es el salvador del mundo y que además de Él no hay otro. Si esa declaración mía no fue suficiente, la iglesia tiene una declaración oficial titulada "El Cristo Viviente" del año 2000 que conmemoró Su nacimiento que ilustra esas creencias más a fondo. Te invito a escuchar un testimonio de Cristo de un profeta viviente, Russell M. Nelson.
Ese punto más central, la creencia de que Jesús es el Salvador del mundo, une a los cristianos de todo el mundo; es una maravillosa doctrina que tenemos en común. Sin embargo, he visto a algunas personas de otras religiones afirmar que no somos cristianos, aunque a veces ellos mismos no saben por qué. Esta falsa suposición se originó porque no nos adherimos a ninguno de los cuatro credos cristianos clásicos: el credo de los apóstoles, el credo de Nicea, el credo de Calcedonia, ni el credo de Atanasio, ni ningún otro credo basado en la tradición y las conclusiones de los hombres. La ironía es que la mera existencia del Credo de Nicea que sucede al credo de los Apóstoles, y el siguiente reemplaza al último dentro de unos cincuenta o cien años entre sí, es una evidencia de la inconstancia dibujada por la incertidumbre de sus creadores, volviéndose cada vez más ambigua con el fin de apaciguar la diversidad de enseñanzas falsas y lograr algún consenso de creencias. La Iglesia Católica Romana ha tenido al menos veinte credos desde el Edicto de Miguel Cerularius hasta el Sínodo de Constantinopla de 1054 y el Ad Tuendam Fidem del Papa Juan Pablo II en 1998. No lo menciono para encender un fuego de contención, solo para illustrar claramente que la afirmación que algunas personas hacen, que las doctrinas básicas del cristianismo no se distorsionarían ya sea por diseño o por accidente no está respaldada. El cambio de doctrina es la base completa de la apostasía. Hubo una gran apostasía que engendró la diversidad de creencias cristianas hoy en día. (Vea "Apostasía y Restauración")
Por ejemplo, en cuanto a una doctrina básica, como ya expliqué, a diferencia de estos credos, creemos que Dios el Padre y Su hijo Jesucristo NO son espíritus amorfos (Vea "Una Voz Apacible y Delicada"). Cada uno es una personalidad distinta, seres inmortales de carne y hueso cuya naturaleza tangible se reafirmó en revelaciones que recibió el profeta José Smith (D. y C. 130:22-23). ¡Él los vio! El hecho de que no podamos ver el sol por la noche no significa que sea invisible. Dios no es “invisible” (Col. 1:15) en el sentido de que nunca se le puede ver porque no es así, muchos profetas lo han visto (Vea "Teofanía: Ver A Dios"). No son seres incomprensibles. ¡Podemos conocerlos! ¿Cómo pueden ser espíritus invisibles y amorfos si estamos hechos a su imagen? (Gén. 1:27) La comprensión de los tres seres divinos que llamamos la Deidad, que algunos llaman la trinidad, es una de las muchas verdades restauradas. Entonces, de acuerdo con esta definición, somos cristianos bíblicos pero no cristianos de "credos tradicionales".
Algunas personas nos acusan de ser parte de un culto. Normalmente lo hacen con mala intención. De todos modos, les pediría yo su definición de "culto". Me preguntaría si estos acusadores saben o no qué es un culto y sé que no sabrían casi nada sobre la doctrina ni las prácticas de nuestra religión. Lo primero que viene a la mente al escuchar "culto" puede ser algo negativo, alguna representación malvada o devoción con lavado de cerebro. Pero déjame darte una comprensión básica de lo que categoriza algo como un culto para que puedas ser políticamente correcto. La palabra "culto" proviene del latín cultus, que simplemente significa "una costumbre de adoración". Tal vez nunca te hayas dado cuenta de que todas las religiones caerían en esta categoría, "un sistema de veneración y devoción religiosa dirigido a una figura u objeto en particular". Si esa figura es Jesucristo, entonces todos los cristianos pertenecen a un culto, al igual que los budistas o musulmanes. Otra definición es “un grupo relativamente pequeño de personas que tienen creencias o prácticas religiosas que otros consideran extrañas o siniestras”. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días tiene más de 16 millones de miembros en todo el mundo, por lo que no somos un grupo pequeño y, de una manera u otra, la gente piensa que las creencias de otras personas son extrañas cuando no están de acuerdo, y nada sobre nuestra fe es siniestro. Una definición interesante de “culto” es “la de una religión cuyas creencias difieren de las de la mayoría que las rodea. En el Imperio Romano, los cristianos a veces se consideraban un culto porque adoraban a Jesús en lugar de a los dioses romanos. Hay muchas definiciones, pero te haces una idea; tiene un final muy abierto a la interpretación personal. No obstante, somos una religión global como cualquier otra religión. Personalmente, prefiero no caracterizarnos como un culto.
¿Qué significa ser cristiano? Uno, supongo, podría identificarse como cristiano basado en la iglesia a la que asiste, pero ser cristiano es más que nombres o apariencias; también es un estilo de vida fuera de la iglesia. Es ser fiel a lo que Cristo enseñó y esforzarse por ser como él. Es tanto una cuestión de quién se esfuerza por ser como de lo que se esfuerza por hacer.
TODOS IGUALES
No prentendo que todos los miembros de cualquiera religión practiquen lo que predican, pero nos esforzamos por hacerlo. Somos humanos imperfectos como todos los demás. Nos esforzamos por ser amables, y creo que la mayoría lo son, pero de vez en cuando, haya alguien que no lo es. Todos fallamos de vez en cuando. No es necesario permitir que una minoría dé mala reputación a un excelente grupo de personas. Creemos en tomar resposibilidad por nuestras propias acciones, y nuestro comportamiento no debe reflejar a nadie más. Espero que todos nos esforcemos por hacer lo mejor que podamos a todos tiempos.
No hay grupo de personas perfectas en todo el mundo, y los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días no se les piensen mejor que cualquiera persona de otra religión o creencia. Todas las personas de la Tierra tienen el mismo valor. Dice el Libro de Mormón: Otro Testamento de Jesucristo, “…[Dios] los invita a todos a venir a él y participar de su bondad; y no niega a ninguno de los que vienen a él, blanco o negro, esclavo y libre, varón y hembra; y se acuerda de las gentes; y todos son iguales ante Dios, tanto judíos como gentiles” (2 Nefi 26:33)
Entonces, si no nos creemos mejor, ¿cómo es qué los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días son tan persistentes en compartir sus sentimientos religiosos? Creo que una de las principales razones es que la gente se gravitan naturalmente hacía temas de conversación que se les importan, temas familiares, o que relata en sí a algo de la conversación. Compartiendo nuestras creencias religiosas respectuosamente es solo compartir otra cosa personal de nosotros de la misma manera que cualquiera cosa. Compartir las creencias religiosas no significa que uno sea predicador o moralista. A nadie le gusta que se le prediquen. Compartir creencias puede ser algo positivo. Puedo ver cómo tratar de imponer las creencias de uno a otro sería sermoneador e incómodo, pero compartir las creencias de uno no tiene por qué ser así; cuando hay respeto mutuo, todo sale bien. Hay algo que aprender de todas personas y religiones. La perspectiva es un don que requiere la humildad. Debemos estar dispuestos a escuchar y aprender. Hay amigos respetables de todos los ámbitos de la vida y todas las religiones. Creo que la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es la iglesia restaurada que Cristo estableció y es el camino a la vida eterna, pero también sé que hay buenas personas y cosas buenas que se encuentran en otras religiones. Esto es lo que se nos enseñan los líderes de la Iglesia como pueden ver en el video debajo. Creemos en la amistad interreligiosa. Al centro de todo, Jesucristo enseñó que amamos el uno al otro.
"Reclamamos el derecho de adorar a Dios Todopoderoso conforme a los dictados de nuestra propia conciencia, y concedemos a todos los hombres el mismo privilegio: que adoren cómo, dónde o lo que deseen." (Artículo de Fe 11)
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Notas al Pie:
[1] Moisés fue llamado por el Señor para sacar a los hijos de Israel de Egipto (Éxodo 4:12). Como se mencionará, la vara se usó como símbolo de autoridad. Éxodo 20 contiene los diez mandamientos, aunque muchas más leyes se revelan a lo largo de los primeros cinco libros del Antiguo Testamento (Pentateuco o Torá). A partir de Éxodo 18:21-22, se llama a los jueces para ayudar a Moisés en el gobierno de Israel.