top of page

117. ĀæSoy Yo, SeƱor?

  • Writer: L Rshaw
    L Rshaw
  • Aug 2, 2021
  • 8 min read

Updated: Aug 6, 2021

"Siempre he descubierto que la misericordia da frutos mƔs ricos que la justicia estricta." -Abraham Lincoln


Sin entrar en detalles, el Distrito estaba luchando con algunas cosas antes de que yo llegara. De hecho, sus luchas fueron la razĆ³n por la que me trasladaron a Bugambilias. El Presidente Morales me asignĆ³ para ayudar a traer la paz y el orden al Ć”rea, es decir, a la casa y a los misioneros bajo su techo. Entonces, mi pregunta para tĆ­ es: "ĀæCĆ³mo podemos ayudar a traer paz y orden?"


Temprano por la maƱana, pocos dĆ­as despuĆ©s de llegar al Ć”rea de Bugambilias, todo nuestro Distrito fue llamado a las Oficinas de la MisiĆ³n para tener entrevistas con el Presidente Morales. Los seis nos sentamos y hablamos mientras esperĆ”bamos a que cada uno tomara su turno. Comenzamos con el Ɖlder mĆ”s a mi derecha. Solo se habĆ­a ido unos minutos y luego el siguiente Ɖlder entrĆ³ en su turno. TardĆ³ un poco mĆ”s. Luego vino lo que se suponĆ­a que era mi turno, pero el Presidente me saltĆ³ y llamĆ³ al Ɖlder a mi izquierda para que entrara. Los Ɖlderes restantes entraron secuencialmente para sus entrevistas, cada una de las cuales tomĆ³ mĆ”s tiempo que la anterior. Pienso en las palabras de Nefi en el Libro de MormĆ³n: Otro Testamento de Jesucristo:

"...Les dije que yo sabĆ­a que habĆ­a hablado palabras duras contra los inicuos, segĆŗn la verdad; y a los justos he justificado...los culpables hallan la verdad dura, porque los hiere hasta el centro." (1 Nefi 16:2)

Yo tenĆ­a la conciencia limpia. Realmente no tenĆ­a nada que discutir con el Presidente Morales, pero todavĆ­a pensaba que tal vez me entrevistaran de todos modos. La mayorĆ­a de los presidentes de misiĆ³n tienen entrevistas mensuales con cada misionero, Ā”pero yo solo habĆ­a tenido una sola entrevista con Ć©l unos quince meses antes en RĆ­o Bravo! La mayorĆ­a de los misioneros de nuestra misiĆ³n tenĆ­an entrevistas intermitentes, aunque en realidad no hicimos entrevistas mensuales, pero yo no. Como todos los demĆ”s, nos comunicĆ”bamos semanalmente por correo electrĆ³nico, pero las Ćŗnicas veces que veĆ­a al Presidente Morales eran las actividades y conferencias misionales. Lo tomĆ© como algo bueno, nada personal, como me aseguraron los otros Ɖlderes. Supuse que significaba que el presidente sabĆ­a que yo era bueno y que no tenĆ­a nada urgente que discutir conmigo. El tiempo que ahorrĆ³ sin preocuparse por mĆ­ se gastĆ³ en otros asuntos importantes y en arreglar cosas que necesitaban ser arregladas con otros. Si hubiera pedido una entrevista, podrĆ­a haber obtenido una, pero como dije, no tenĆ­a mucho que decirle que no podrĆ­a hacer a travĆ©s de un correo electrĆ³nico.


Les pido que consideren cĆ³mo serĆ” el DĆ­a del Juicio. ĀæTendremos la conciencia limpia y esperamos estar delante de nuestro Padre Celestial? Nadie vive una vida perfecta y nuestro Padre Celestial no espera que lo hagamos, pero espero que estemos haciendo nuestro mejor esfuerzo. Nuestros lĆ­deres de la Iglesia son llamados por Dios para ayudarnos a comprender la expiaciĆ³n de Jesucristo, por lo que cada vez que tengamos una entrevista para una recomendaciĆ³n para el templo, o cada vez que se lleve a cabo una entrevista bautismal, o incluso una entrevista con un presidente de misiĆ³n, recuerde que es como tener una entrevista con el Salvador. Si nos esforzamos por vivir el evangelio de Jesucristo y nos arrepentimos continuamente, entonces sĆ© que no tendremos nada que temer cuando llegue ese dĆ­a.


DespuĆ©s de que el Ćŗltimo Ɖlder terminĆ³ su larga entrevista, el presidente nos pidiĆ³ a los seis que nos reuniĆ©ramos en su oficina juntos. Creo que fue la primera vez que estuve en la oficina del presidente de misiĆ³n. No se anduvo con rodeos. Ɖl enfatizĆ³ audazmente la importancia de mejorar la situaciĆ³n. ConfiĆ³ en mĆ­ para supervisar e informar que cada uno hacĆ­a lo que debĆ­a, y los demĆ”s del distrito lo sabĆ­an. Me sentĆ­ tan mal por estos otros buenos Ɖlderes. Eran en gran medida mis amigos, pero al mismo tiempo me sentĆ­ como su niƱera en ese momento. Mientras salimos de su oficina, yo en el furgĆ³n de cola del tren, el presidente me sonrĆ­e y me da una palmada de confianza en el hombro, y eso fue todo. Sin palabras. Nunca me entrevistĆ³ ni me reprendiĆ³ jamĆ”s. Todo lo contrario.


Les recuerdo que en este punto de la misiĆ³n, desde que me convertĆ­ en lĆ­der de distrito con el Ɖlder Yagual en Las Torres, habĆ­a dos co-lĆ­deres de distrito en lugar de uno. Para cuando fui lĆ­der de distrito con el Ɖlder De LeĆ³n en Bugambilias, habĆ­a sido lĆ­der de distrito durante aproximadamente 6 meses. En ese medio aƱo, habĆ­a ganado experiencia trabajando con diferentes misioneros, conociĆ©ndolos y meditando sobre sus necesidades. Tener a los seis viviendo juntos bajo el mismo techo facilitĆ³ el seguimiento de su progreso, no solo en tĆ©rminos de lecciones que enseƱaron cada dĆ­a, sino tambiĆ©n en tĆ©rminos de su crecimiento emocional y espiritual como compaƱerismo e individuos. Cuando viven juntos, ven cosas que no son inherentes a un informe numĆ©rico. Por eso tambiĆ©n los intercambios eran tan importantes.


Aunque nuestro Distrito vivĆ­a juntos, tenĆ­amos que ir a la capilla todos los lunes por la maƱana, que era nuestro DĆ­a de PreparaciĆ³n, para tener reuniones de capacitaciĆ³n. Durante la semana, yo consideraba en oraciĆ³n lo que podrĆ­a enseƱar y practicar con el Distrito que serĆ­a "de mayor valor". Luego lo discutirĆ­a con mi compaƱero y prepararĆ­amos una reuniĆ³n de capacitaciĆ³n para discutir quĆ© va bien y quĆ© mĆ”s podrĆ­amos hacer para mejorar.


Si veĆ­a algo que necesitaba un compaƱerismo especĆ­fico, se lo comentaba con ellos durante la semana; de lo contrario, cuando observaba algo que serĆ­a mejor discutir con todos, lo convertĆ­a en el tema de la reuniĆ³n de distrito de esa semana. Los temas incluyeron: madurez espiritual, obediencia, atributos de Cristo, verificaciĆ³n de invitaciones anteriores y planeamiento de metas. Cada reuniĆ³n de capacitaciĆ³n fue maravillosa. Cada uno se preparĆ³ con oraciĆ³n y un objetivo final en mente. EsperĆ”bamos que se inculcara un compromiso mĆ”s profundo en los corazones del Distrito y que cualquier problema personal se resolviera por sĆ­ solo con los principios de esperanza y caridad.


Recuerdo una reuniĆ³n de capacitaciĆ³n que titulamos "Man in the Mirror", o "Hombre en el espejo" por una de las canciones populares de Michael Jackson, una canciĆ³n que enseƱa a mirar adentro de sĆ­ y hacerse mejor. Todos queremos hacer un cambio en el mundo, pero tenemos que empezar con nosotros mismos. Casi todos conocemos bien la letra:

ā€œIā€™m starting with the man in the mirror Iā€™m asking him to change his ways And no message could have been any clearer If you wanna make the world a better place Take a look at yourself, and then make a changeā€

Siempre creĆ­ que mi responsabilidad como lĆ­der era ayudar a preparar a otros lĆ­deres. No soy el tipo de persona que busca poder o autoridad sobre los demĆ”s. Es una de las razones por las que pedĆ­ no ser LĆ­der de Zona. Odio decirle a otras personas quĆ© hacer porque siento que a menudo socava su albedrĆ­o, inteligencia y competencia. En mi experiencia, mis peores lĆ­deres eran los que pedĆ­an mucho pero cuestionaban todo lo que hacĆ­a. No querĆ­a ser la persona que manda en todas las cosas porque creo en actuar, no en que actĆŗen como marionetas (2 Nefi 2:26). El tipo de mejora que esperĆ”bamos se fomentarĆ­a introspectivamente, cada uno gobernĆ”ndose a sĆ­ mismo y aceptando la responsabilidad de sus propias acciones. No querĆ­a criar a estos adultos totalmente capaces, pero sentĆ­amos la responsabilidad de enseƱar a cada hombre su deber y predicar por medio de nuestro ejemplo como lĆ­deres.


Pudo haber sido nuestro primer ReuniĆ³n de Distrito juntos cuando hablamos de lo que significa ser hombre, es decir, ser maduro; la razĆ³n es que reconocĆ­ cosas en nuestro Distrito que eran impropias de un representante de Jesucristo. Dice el apĆ³stol Pablo:

ā€œCuando era niƱo, hablaba como niƱo, pensaba como niƱo, juzgaba como niƱo; mas cuando ya fui hombre, dejĆ© lo que era de niƱoā€ (1 Cor. 13:11).

TambiĆ©n hablamos sobre el profeta ElĆ­as del Antiguo Testamento, a quien la mayorĆ­a de las veces se referĆ­a como ā€œhombre de Diosā€ y cĆ³mo harĆ­amos bien en ser dignos de ser llamados asĆ­ como misioneros. PensĆ© en la letra de Phil Collin de TarzĆ”n de Disney "Hijo de Hombre", que siento que describe la vida misional bien si escuchas a las letras, y despuĆ©s de todo, el mismo JesĆŗs a menudo se referĆ­a a sĆ­ mismo como "El Hijo del Hombre", un tĆ­tulo noble y humilde. Hijo de hombre se sintiĆ³ apropiado.

ā€œAprende a enseƱar, enseƱando aprenderĆ”s...Hijo de Hombre, busca y ve, que tu alma libre estĆ©. Orgulloso un dĆ­a estarĆ”s. Hijo de hombre, un hombre un dĆ­a serĆ”s.ā€

Hablamos de otra pelĆ­cula de Disney con la que Phil Collins estĆ” afiliado, "Brother Bear" o como se llama en espaƱol "Tierra de Osos". Para aquellos que no estĆ©n familiarizados con la pelĆ­cula, Tierra de Osos se trata de un joven llamado Kenai que estĆ” llegando a la edad del adulto. SegĆŗn las costumbres de su tribu, el anciano chamĆ”n sube a una montaƱa alta en busca de revelaciĆ³n espiritual por el individuo. Ella baja de la montaƱa despuĆ©s de haber recibido un tĆ³tem espiritual de madera en forma de animal que representa una virtud por la que la persona debe vivir para "convertirse en un hombre". Cuando es fiel al atributo del tĆ³tem, se gana el privilegio de agregar la impresiĆ³n de su mano roja en la pared junto con las de sus antepasados.

Al igual que el chamĆ”n sabio, nosotros tambiĆ©n tenemos lĆ­deres que reciben revelaciĆ³n para nosotros, desde los lĆ­deres de la MisiĆ³n hasta los profetas y los Patriarcas. A veces, esta revelaciĆ³n se recibe del monte del SeƱor, o en otras palabras, en el templo. Se nos promete que si somos diligentes en las revelaciones que se dan, ya sean consejos, mandamientos o dones del EspĆ­ritu, seremos bendecidos. Lo invitamos a considerar las revelaciones que el SeƱor le ha dado para ayudarlo a alcanzar su potencial eterno.

En imitaciĆ³n de Tierra de Osos, tomĆ© un marcador de pizarra roja y delineĆ© mi mano en la pizarra y firmĆ© el centro de la palma. Tomamos tiempo para producir ideas y establecer metas individuales y como distrito. DespuĆ©s de que discutimos lo que todos querĆ­amos lograr juntos, los chicos quisieron acercarse a la pizarra e igualmente trazar su mano en la pizarra con tinta roja y autografiar su palma, casi como un contrato o un convenio entre nosotros y Dios para ser mejores misioneros y hombres de Dios de ahĆ­ en adelante. Nunca suavizamos todos los aspectos Ć”speros, supongo que estĆ” en nuestra naturaleza tener siempre algo mĆ”s que hacer, pero sentĆ­ que avanzamos en la direcciĆ³n correcta. Comenzamos mirando hacia adentro para poder amar y servir mejor a quienes estaba a nuestro cuidado.


Cuando nos sentimos tentados a culpar a los demĆ”s, los invito a dar un paso atrĆ”s y preguntarnos humildemente: "ĀæSoy yo, SeƱor?" (Mateo 26:21-22). Todos somos imperfectos y vivimos en un mundo caĆ­do, pero parte del propĆ³sito del Plan de Dios es que cometeremos errores de vez en cuando para aprender, arrepentirnos, humillarnos, y mejorarnos. Dios es misericordioso para con nosotros y nos pide que seamos misericordiosos tambiĆ©n. Jesucristo ha dicho:

"Yo, el SeƱor, perdonarƩ a quien sea mi voluntad perdonar, mas a vosotros os es requerido perdonar a todos los hombres." (D y C 64:10)
"Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarƔn misericordia." (Mateo 5:7)

Debemos perdonar a todos. Incluso, no siempre sabemos las circunstancias ni las razones por las cuales las personas actĆŗen. Tal vez nuestro hermano tenga una paja en su ojo, pero nosotros no reconocemos la viga en nuestro ojo (Mateo 7:5). Debemos tomar responsabilidad por nuestros errors tambiĆ©n y tratarlos como oportunidades para crecer. En vez de enfocarnos en las faltas de otras personas, debemos buscar lo mejor en ellas.

ĀæCuĆ”l es el gran mandamiento de la ley?

"Y JesĆŗs le dijo: 'AmarĆ”s al SeƱor tu Dios con todo tu corazĆ³n, y con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante a este: AmarĆ”s a tu prĆ³jimo como a ti mismo." (Matt. 22:36-39)
"Un mandamiento nuevo os doy: Que os amƩis unos a otros; como yo os he amado, que tambiƩn os amƩis los unos a los otros. En esto conocerƔn todos que sois mis discƭpulos, si tenƩis amor los unos por los otros." (Juan 13:34-35)

Ā 
Ā 
Ā 

© 2022

Disclaimer: This is NOT an official page of the Church of Jesus Christ of Latter-Day Saints. I, the author of this website, alone assume responsiblity for all information expressed on this website.

bottom of page