"A veces no puedes devolverlo, así que solo tienes que compartirlo"
--- Randy Pausch (Educador estadounidense; 1960 - 2008)
No voy a pretender que siempre he sido el mejor ejemplo de desinterés o caridad, pero me esfuerzo por ser mejor cada día. Los actos de bondad pequeños y simples vienen en todas formas y no tienen que involucrar dinero. El Élder Mullins fue uno de los muchos ejemplos para mí de servicio desinteresado y pude verlo realizar muchos actos amables durante el tiempo que estuve con él en San José.
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DAR Y RECIBIR
El Élder Mullins y yo estábamos decididos a hacer de nuestro compañerismo el mejor hasta ahora. Vivir solo hizo que fuera más fácil concentrarse el uno en el otro. Desde el principio, hicimos un esfuerzo adicional para hacer cosas buenas el uno por el otro. Fuimos tan educados como los recién casados, poniendo gran énfasis en "Por favor" y "Gracias". Al principio, las cosas eran simplemente agradables. Pero luego las cosas se pusieron feas.
Todo empezó al llegar a casa una noche. Yo tenía las llaves de la casa. El Élder Mullins tenía las dos manos ocupadas. Me tomó un segundo conseguir la llave de la puerta, así que el Élder Mullins me preguntó si yo quería ayuda, lo cual fue muy amable de su parte. Respondí con lo que sentí que era cortés, “No. Yo lo haré". Supongo que olvidé poner un "Gracias" al final de eso porque el Élder Mullins lo tomó completamente de manera equivocada. No tenía la intención de que pareciera grosero, pero él lo escuchó como una reprimenda autoritaria a su oferta. No era mi intención, pero supongo que eso le dolió mucho. Tenía las manos ocupadas y no quería molestarlo con una cosa más que pudiera hacer yo mismo con la misma facilidad; No pude aprovechar su amabilidad de esa manera. Se aferró a ese malentendido durante mucho tiempo con tanta amargura, aunque traté de asegurarle que no quería ofenderlo. A partir de ahí, la pureza del servicio sincero se volvió cada vez más enmohecida.
En los días y semanas siguientes, el Élder Mullins siguió ofreciéndose para hacer cosas por mí, como preparar el desayuno, cortarme el pelo, sacar la basura o reportar a los líderes de zona por la noche. Incluso arregló nuestra lavadora y a menudo encendía la calentadora en la fría mañana. Dado que siempre se ofreció tan amablemente, acepté amablemente y traté de asegurarme de que él supiera que lo apreciaba, al menos en palabras. Pero no siempre sintió que mi servicio coincidía con el suyo y comenzó a sentirse aprovechado (lo que creo que la mayoría de nosotros podemos relacionar con ese sentimiento de vez en cuando). No quejaba porque, honestamente, hizo más que yo, pero pensé que le gustaba hacer cosas por mí, tomando como evidencia sus muchas ofertas. Sin embargo, en secreto, parece que quería que le devolviera el favor sin tener que pedírmelo; para igualar su amabilidad sobresaliente con un esfuerzo más que promedio de mi parte. No me excuso porque sé que yo podría haber hecho más y haber tomado más iniciativa. Aún así, permítanme decir esto, el Élder Mullins fue un compañero increíble que realmente se dedicó al servicio de los demás, como se ve en la foto de arriba. En lo que a mí respecta ahora, estaba justificado que quisiera descansar y aliviarse, y se lo merecía más que nadie que yo conozca.
Si aún no se ha dado cuenta de esto después de más de 100 publicaciones mías, todos los compañeros son diferentes. Cuando pienso en nuestro tiempo juntos, creo que algo no encajó completamente porque no nos dimos cuenta de que nuestros lenguajes del amor eran diferentes. ¡Sí, dije lenguajes del amor! Y cuando me refiero a "amor" me refiero a "Ágape", del que puedes aprender en mi publicación, "Castidad y Caridad". Hay un libro aclamado públicamente llamado "La Esencia de los Cinco lenguajes del amor" escrito por Gary Chapman que sugiere que hay cinco formas de expresar y experimentar el amor: dar regalos, tiempo de calidad, palabras de afirmación, actos de servicio y contacto físico. Es obvio ver ahora que el lenguaje de amor del Élder Mullins eran actos de servicio. Las mías son palabras de afirmación. Ninguno de los dos fuimos muy diligente en atender lo que el otro necesitaba a este respecto.
Permítanme citar una publicación anterior mía:
Verdaderamente, la misión es la práctica perfecta para un compañero o compañera eterna, eso quiere decir el matrimonio.
Puede que yo no sea un experto, pero mi consejo para compañerismo exitoso, ya sea en la misión o en el matrimonio, sería lo siguiente: aprender a comunicarse bien, aprender a escuchar y ser abierto y atento a lo que se dice, aprender a comprometerse, aprender a perdonar rápidamente, aprender a ser paciente, aprender a establecer metas juntos, aprender a confiar unos en otros, aprender a ser íntimos, aprender a hacer preguntas cuando quiera saber algo, aprender a dar y aceptar consejos, aprender a caminar uno al lado del otro (ni demasiado adelante ni demasiado atrás), y simplemente en general, aprender a divertirse incluso cuando las cosas se pongan difíciles. A lo que se reduce es si están comprometidos a hacer de su compañano su mejor amigo.
Tener un compañero es un voto de confianza del Señor. Tu compañero o compañera tiene pensamientos y sentimientos, preocupaciones e inquietudes como usted mismo y estar con él o ella debe ser una bendición tanto para ellos como para ti. No siempre se trata de los investigadores y miembros de la iglesia; La obra misional comienza con el cuidado de su compañero como a sí mismo. Estas en su vida por una razón como la tuya. No preguntes qué pueden hacer por ti, sino qué puedes hacer tú por ellos. El mundo no se centra en ti. --- Bienvenidos al CCM
Creo que el tipo de relación que eliges, sí eliges, tener con tu compañano o compañera determina el éxito que tendrá. Cuanto más confíen el uno en el otro, más se sentirá el espíritu contigo. No tendrá todo en común, pero debe estar dispuesto a preocuparse por su compañero como usted se preocupa por su propio bienestar. Puedes aprender tanto de lo que alguien dice como por su actitud. Hablan juntos, se ríen juntos, lloran juntos y no estarán de acuerdo, pero aprenderán a seguir adelante juntos. Verdaderamente, la misión es la práctica perfecta para relaciones futuras. --- Aventuras del Distrito D --- Parte 1
Los compañerismos rara vez son perfectos, pero nuestro talón de Aquiles comenzó con la llave de la casa y ofertas para servir. Lo que debería habernos llenado de caridad, Ágape, se convirtió en otra cosa.
DULCE
El Élder Mullins y yo estábamos haciendo nuestras compras semanales el día de preparación en la Bodega Aurrera, al final de la calle donde teníamos nuestras reuniones el lunes el 2 de Febrero, 2016. Había una cierta chocolate rellena de gelatina de malvavisco y frambuesa que me gustaba comprar de vez en cuando llamada "Bubu Lubu". Siempre que estaba en la caja, tenía que agarrar dos, uno por ahora y otro para más adelante en la semana. Era rutina.
Pago por mis alimentos primero, incluidos mis dos Bubu Lubus. Luego, justo antes de que el cajero termine de procesar sus compras, el Élder Mullins toma algunas galletas de último minuto, se da la vuelta y le da una al niño en la fila detrás de nosotros. La mamá del niño se disculpa y le pregunta si su hijo le había pedido que se lo comprara, cosa que él no hizo. El Élder Mullins pensó que haría algo bueno por ellos. La madre y el hijo le dieron las gracias, un poco incrédulos de que alguien fuera tan amable, y seguimos nuestro camino. El Élder Mullins no hizo un espectáculo ni esperaba ninguna recompensa por su altruismo genuino, pero me dejó una gran impresión. Volví a pensar en lo egoísta que yo era a menudo y en lo simples pero poderosos que son los pequeños actos de bondad al azar. Sé que probablemente parezca un punto insignificante en el tiempo para el Élder Mullins, uno que probablemente olvidaría sin que yo estuviera presente para recordárselo, pero nunca olvidaré la expresión de felicidad en el rostro de ese niño.
La caridad, el amor puro de Dios, "es sufrida y es benigna, y no tiene envidia, ni se envanece, no busca lo suyo, no se irrita fácilmente, no piensa el mal, no se regocija en la iniquidad, sino se regocija en la verdad; todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta... permanece para siempre; y a quien la posea en el postrer día, le irá bien." (Moroni 7:45, 47)
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